¿Cómo funcionan las tarjetas telefónicas?
Las tarjetas telefónicas han cambiado la forma en que realizamos nuestras llamadas, especialmente las internacionales. La nueva gama de tarjetas telefónicas ofrece a los consumidores precios mucho más económicos que las tarifas de los operadores fijos o móviles tradicionales para hablar con casi cualquier destino. Sin embargo algunas personas pueden tener ciertas dificultades con su funcionamiento, por lo que vamos a explicar cómo llamar con una de estas tarjetas.
¿Cómo funcionan?
Lo primero que debemos saber es que estas tarjetas se pueden comprar en numerosos establecimientos y también a través de la red. Estas tarjetas telefónicas tienen un saldo predefinido, que es lo que pagamos, y que nos permite realizar las llamadas.
Una vez que tenemos la tarjeta es el momento de descubrir el número y el pin que se nos va a solicitar cuando realicemos nuestras llamadas. Todas las tarjetas telefónicas tienen que estar precintadas con un plástico, o al menos tener cubierta la zona donde está el pin y el número de la tarjeta, para evitar que la tarjeta haya sido usada. Debe rechazarse cualquier tarjeta manipulada o alterada.
El uso de las tarjetas resulta bastante sencillo. Sólo tenemos que llamar al número de teléfono que figura en la tarjeta y seguir las instrucciones de la locución. En esas instrucciones se nos pedirá que marquemos el número de tarjeta, el PIN y posteriormente el número al que queremos llamar. Al momento se establece la llamada. Una vez concluida la locución nos informa del saldo restante en nuestra tarjeta telefónica.
Los costes ocultos
Aunque las tarjetas telefónicas nos ofrecen una gran comodidad a la hora de hacer llamadas y unos precios más que interesantes también albergan ciertos costes ocultos que consumen parte de nuestro saldo. Entre esos costes se encuentran el coste de activación de la tarjeta telefónica o el coste de mantenimiento que descuenta un pequeño precio por cada día que esté la tarjeta activa.
También existen ciertas prácticas en algunas compañías de tarjetas telefónicas que hacen que tu saldo dure menos. Es habitual que te cobren el establecimiento de llamada aunque nadie responda al otro lado. O que si realizas una llamada de solo treinta segundos la empresa te redondee el minuto completo. Todas estas prácticas reducen tu saldo.
Para evitar todos estos costes conviene conocer bien las condiciones de las diferentes tarjetas telefónicas del mercado. Entre las más conocidas se encuentran las tarjetas Fortune, Dragon o las relacionadas con grandes empresas de telefonía cómo las tarjetas de Jazz (Jazztel) y Orange.
Frente a las tarjetas tradicionales también dispones de la alternativa que opera Rebtel. Una opción sin tarjetas ni complicaciones, que te permite hacer llamadas fácilmente y con las tarifas más interesantes del mercado. Además Rebtel no incluye costes adicionales en sus servicios. Lo que pagas es lo que llamas. Si estás cansado de las tarjetas tradicionales puede ser una buena opción.